¿Qué se considera residuo textil?
Se considera residuo textil aquella ropa usada, calzado y ropa de hogar como sábanas, toallas, el relleno de las almohadas, etc.

Si está roto o dañado también va al contenedor naranja?
¡Todo el textil cuenta! Es importante depositar cualquier residuo textil en alguno de los contenedores de ropa existentes en los municipios, o bien en las Minipuntos limpios. De esta forma, no sólo contribuiremos a alargar la vida de nuestras prendas y ayudar a quien lo necesite, sino que también reduciremos la cantidad del residuo.

¿Cómo debo depositar la ropa en el contenedor?
La ropa debe depositarse en una bolsa cerrada en el contenedor, para evitar que se ensucie o se estropee.

¿Qué hacen con la ropa que llega a la planta de triaje?
Los trabajadores y trabajadoras de la planta Ropa Amiga seleccionan y clasifican la ropa en función del estado, tipo y temporada. Cabe destacar que en cada etapa se pasa un control exhaustivo de calidad, pieza por pieza. La ropa de mayor calidad, se queda en las tiendas de segunda mano del territorio catalán, que suele ser un 6-7% del total de ropa que llega a los contenedores. La cantidad restante se exporta a África o al norte y al este de Europa. Del resto de productos textiles, la mayor parte (35% de las entradas) se destinan al reciclaje químico o mecánico con el fin de conseguir una nueva hilatura. Estas técnicas de reciclaje se están probando en plantas piloto de distintos puntos de Europa. En esta instalación, cabe destacar el uso de una tecnología de infrarrojo cercano (NIR) capaz de determinar la composición de cada prenda con una fiabilidad del 95 %, lo que permite clasificarlas en función del material mayoritario. Por último, el 5% restante es considerado rechazo y se envía a la industria cementera por valoración energética.

¿Quién trabaja en Ropa Amiga?
La Fundación Formació i Treball, una de las empresas de inserción que forma parte de la Cooperativa Ropa Amiga, gestora de esta planta, tiene como misión facilitar el acceso al mercado laboral a personas en riesgo de exclusión social, a la vez que gestiona y dignifica la entrega de productos de primera necesidad, como pueden ser la ropa y el calzado, a familias con escasos recursos económicos. Por eso las 110 personas que trabajan en la planta de Sant Esteve Sesrovires se enmarcan dentro de este grupo de vulnerabilidad social.